Cuando nuestra empresa aplica estrategias de Responsabilidad Social Corporativa, debe tener en cuenta la actividad que realizan a favor de la inclusión social.
Existen tres áreas en las que la exclusión social de determinados individuos queda marcada por el rechazo y la pobreza.
¿Qué áreas son las que debemos trabajar en la RSE para favorecer la inclusión social?
El empleo
La precariedad laboral es un factor visible de la exclusión social. Origina el desempleo. Los gobiernos se enfrentan a este hecho con políticas que buscan dotar a las empresas de ayudas, subvenciones, etc. para favorecer la contratación de ciertos colectivos desfavorecidos (jóvenes, mujeres, inmigrantes, discapacitados, etc.).
La Comisión Europea dictamina en el Libro Verde que “las prácticas responsables y no discriminatorias de contratación podrían facilitar la integración de personas que pertenecen a minorías étnicas, trabajadores de avanzada edad, etc.”
El Consejo Europeo de Niza trata el empleo responsable como una herramienta de lucha contra la exclusión social. “Hay que favorecer unos mercados de trabajo más accesibles y fomentar la diversidad de empleo como factor productivo y como factor para la integración social”.
El empresariado puede ejercer actividades responsables y realizar contratos responsables, remuneraciones justas, dar accesibilidad a las instalaciones, contratar colectivos desfavorecidos o adoptar políticas de igualdad.
La educación
Muchas situaciones de exclusión social vienen dadas por la falta de educación desde pequeños. Es un derecho y debe reforzarse a medida que crecemos para mejorar nuestras oportunidades tanto laborales como para mantenernos en igualdad con la sociedad que evoluciona día tras día.
Nos encontramos sumergidos en una sociedad en constante transformación por lo que debemos adaptarnos a los cambios ya que, de lo contrario, muchas personas quedarán relegadas a un segundo plano, limitándose a la hora de acceder a un empleo.
El empresariado responsable tiene capacidad para actuar mediante bolsas de estudios para las personas con menos recursos, puede realizar dotaciones económicas a instituciones dedicadas a la formación, ampliar la oferta de prácticas o realizar políticas educativas continuas para el cuadro de personal sin distinción de sexo, edad, etnia, etc.
El nivel de renta
Actualmente, muchos grupos sociales tienen un nivel de renta muy por debajo de la media, alcanzando en muchos casos, la pobreza límite. Esto dificulta la integración social y laboral.
Las empresas socialmente responsables también asumen en el ámbito económico un papel fundamental. Pueden colaborar con instituciones sin ánimo de lucro, enviar productos de la propia empresa a regiones más necesitadas, dotar de ayudas económicas a estudiantes con pocos medios, realizar servicios de inclusión social mediante actividades en la comunidad.
Desde la RSE Xunta de Galicia, queremos recordar la importancia de incluir en nuestra sociedad a grupos excluidos como personas discapacitadas, las que hayan superado alguna adicción, inmigrantes, etnias marginadas, personas mayores, etc. porque todos aportamos algo nuevo a la sociedad.
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