"Ellos pueden. Y tú, ¿estás dispuesto a darles una oportunidad?", es el mensaje lanzad por Down Galicia este 21 de marzo, Día Mundial del Síndrome de Down. En Galicia el número de contratos realizados a personas con discapacidad intelectual va incrementando con el paso del tempo, aunque queda un largo camino por recorrer. La inserción del colectivo es positiva para las empresas, destacando muchas de ellas la mejora del clima laboral. Así lo cuenta el presidente de la Federación Down Galicia, Delmiro Prieto González.
La inserción de personas con discapacidad es una acción responsable de las empresas, más allá de los deberes legales que existan. ¿Puede hacer un balance del panorama en nuestra comunidad según la experiencia de Down Galicia?
Desde la puesta en marcha del programa de Empleo con Apoyo de Down Galicia, el conocimiento y el interés de las empresas por la contratación de personas con el síndrome de Down y/o discapacidad intelectual fue en aumento. Muchos empresarios y empresarias apostaron por introducir en sus equipos de trabajo personas con estas características. Por poner un ejemplo, en el entorno de Vigo se pasó de 3 contratos en 2003 a 45 en la actualidad.
Pero esto no quiere decir que no quede un largo camino por recorrer para que la inclusión laboral de las personas con síndrome de Down en el mercado laboral común sea real y hablemos de las contrataciones como algo más habitual. La realidad es que muchas empresas ponen como excusa la situación económica del país para no tener que darle una oportunidad a este colectivo.
¿Cuáles son los últimos datos de inserción laboral de personas con síndrome de Down con los que trabajáis en vuestra entidad?
En el pasado ejercicio 2015, un total de 108 personas con síndrome de Down y discapacidad intelectual participantes en el programa de empleo de Down Galicia tuvieron la ocasión de trabajar en empresas comunes de su entorno. Gracias a estas oportunidades, los trabajadores y trabajadoras pudieron adquirir experiencia en puestos tan variados como auxiliar de oficina, peón de obras, conserje, camarero o especialista en la sección de electricidad de una empresa de automoción, entre otros.
Por localidades, en la zona de Vigo fueron 41 las personas que trabajaron en este año 2015, 14 en Compostela y Pontevedra, 12 en A Coruña, 10 en Ferrol, 9 en Lugo y 8 en Ourense. Sin embargo, estas 108 personas firmaron un total de 136 contratos, lo que da cuenta de que la inestabilidad y la temporalidad en las contrataciones siguen siendo los principales atrancos en la inserción laboral de las personas con discapacidad intelectual.
Destaca también el elevado número de prácticas laborales realizadas por los usuarios y usuarias de las entidades Down en Galicia -un total de 79-, con las que refuerzan su motivación hacia el empleo y mejoran sus habilidades sociolaborales.
Lo que muchas empresas pueden ver como un obstáculo es, en realidad, apostar por un personal con capacidades diversas. En este sentido, ¿qué beneficios tiene para la empresa un empleado o empleada con síndrome de Down?
Algunas de las empresas colaboradoras hablan de la mejora en el clima laboral, puesto que las personas con síndrome de Down crean un nexo de unión. También ayudan a humanizar la empresa y les dan al resto de los trabajadores y trabajadoras un ejemplo motivador de cómo enfrentar el trabajo.
La empresa será reconocida socialmente y contará con buena publicidad, ya que a la gente le gusta entrar en empresas donde han contratado personal con discapacidad.
Además, la sociedad tendrá una visión más próxima y objetiva de la discapacidad. Estas personas portan normalidad y amplían la perspectiva de la inclusión, que hasta ahora estaba más centrada en el ámbito escolar.
Vuestro papel es ser intermediario entre trabajador o trabajadora y empresa. ¿Cómo funciona normalmente esta relación?
La figura del preparador laboral es imprescindible a la hora de pensar en la inserción laboral. Las empresas valoran esta figura como una ayuda muy interesante. Muchas de ellas piensan que facilita la inserción laboral y es un factor decisivo a la hora de hablar de contratación.
Es cierto que, a veces, el empresariado o el resto de trabajadores y trabajadoras creen que no sabrán cómo tratar la persona con discapacidad, aunque rápidamente se enteran de que la relación va fluyendo de forma natural. Una clave muy importante del trabajo del preparador laboral es conseguir tener una buena relación con todos los compañeros para que formen equipo con nosotros y trabajar en la misma dirección para que la inserción del usuario o usuaria llegue a ser un éxito.
A veces también notamos cierto temor por parte del empresariado de comunicarnos las cosas negativas, como si nuestras expectativas fueran que nuestros usuarios no cometieran ningún error.
Las personas con discapacidad intelectual también agradecen el apoyo que se les da. Pero con el paso de las semanas, quieren ser totalmente independientes y no quieren que se evidencie que ellos precisan una ayuda especial que el resto de sus compañeros no.
¿Cuáles son los principales inconvenientes con los que os encontráis para la inserción laboral del colectivo?
El principal inconveniente con el que nos encontramos es el desconocimiento porque lleva consigo muchos miedos que solo desaparecen a través de la experiencia. También está la falta de formación reglada de nuestros usuarios y usuarias. Los puestos solicitados por las empresas son cada vez más cualificados y la competitividad entre posibles aspirantes al puesto es más alta.
En el campo público, la Xunta de Galicia convocó las primeras oposiciones dirigidas específicamente la personas con discapacidad. Además, firmó con Down Galicia un acuerdo que incluye cursos de formación. Por supuesto, es una pequeña acción de la Administración pero, ¿lo podemos considerar un paso más hacia la integración del colectivo?
Por supuesto. La Administración debe ser la primera en dar ejemplo a las empresas privadas. Tendrá que tener continuidad y venir acompañado de la implicación real cuando los usuarios y usuarias comiencen a trabajar y, sobre todo, de la implicación de los que serán sus compañeros y compañeras. A nivel autonómico era un paso muy necesario.
A comienzos de marzo, Vegalsa-Eroski presentó la marca "We, alegría de la huerta", que comercializa verdura cosechada en la iniciativa de formación del mismo nombre y que cuenta con la participación de Down Coruña. ¿Qué importancia tiene que una empresa apoye el colectivo y, además, lo haga visible de cara al consumidor?
La apuesta por la inserción laboral de personas con discapacidad intelectual es algo que todas y cada una de las empresas debería tener presente. Hay compañías que intentan darle una vuelta y valorar opciones que al mejor hasta el momento no se estaban habida cuenta.
En el caso en concreto de "We, la alegría de la huerta", el hecho de centrarse en la comercialización de productos básicos de primera necesidad favorece la sensibilización de la sociedad de una manera más natural y eficiente.
Para finalizar, ¿qué mensaje lanzaría para concienciar las empresas y la ciudadanía en general en el Día Mundial del Síndrome de Down?
La sociedad, en general, y los empresarios y empresarias, en particular, deben esforzarse en ver el trabajador o trabajadora con síndrome de Down como uno más. Que no vean la acción de contratarlos como una oportunidad de hacer caridad sino de descubrir sus capacidades. Ellos pueden. Y tú, ¿estás dispuesto a darles una oportunidad?
