"Tenemos que transmitir valentía a las niñas, decirles que si quieren dedicarse a una carrera STEM, pueden hacerlo"

"Tenemos que transmitir valentía a las niñas, decirles que si quieren dedicarse a una carrera STEM, pueden hacerlo"

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¿Cuál es el papel de la mujer en el mundo de las matemáticas? ¿Hay igualdad? ¿Podemos conseguirla? Hoy tratamos este tema con Elena Vázquez Cendón, actualmente decana de la Facultad de Matemáticas de la Universidade de Santiago de Compostela

Con una experiencia de casi treinta años como docente, formó parte de la Unidade de Muller e Ciencia de Galicia en su origen y actualmente es miembro de la misma. También es miembro plenario del Consello da Cultura Galega y forma parte del listado de Referentes Galegas, de Executivas de Galicia

Lleva prácticamente treinta años como profesora titular en la Universidade de Santiago de Compostela. ¿Qué podría decirnos de la situación de la igualdad en las aulas? ?Hay un mayor porcentaje de alumnas que hace, por ejemplo, quince años, o estamos retrocediendo en ese aspecto?

La verdad es que depende. Desde que entré en la Universidade de Santiago, di clase en titulaciones muy diferentes y la presencia de mujeres depende de la titulación. Por ejemplo, en el Grado en Ingeniería Informática, en el que están muy presentes los estereotipos, en el año 2006 había un 20% de mujeres. Este porcentaje fue bajando y hoy parece que remontamos, llegando casi al 10%. Este aumento es de agradecer porque la diversidad es muy rica.

En el caso de las matemáticas, hay aproximadamente entre un 44 y un 45% de mujeres al entrar y un 55% de graduadas, lo que indica que en esta titulación hay una mayor paridad y que existe entre las alumnas una menor tasa de abandono. También soy profesora en el Máster en Matemática Industrial, estudios donde el alumnado procede en un 50% de carreras como Matemáticas o Física, y el otro 50% de ingenierías. En la primera promoción casi llegamos a alcanzar una paridad entre alumnas y alumnos, pero ahora las mujeres solo suponen el 30%. 

Teniendo estos datos, es necesario destacar que tanto la Xunta de Galicia como la universidad tienen interés en romper estereotipos para que las mujeres puedan elegir con libertad su futuro profesional. Por ejemplo, yo participé en el programa "Nin + nin - Iguais", de la Unidade de Muller e Ciencia de la Xunta de Galicia, que tiene este objetivo.

¿Y qué nos podría decir en cuanto al profesorado?

Depende de la titulación y del área de conocimiento. Recordando datos de la guía de la Facultad de Matemáticas para el próximo curso, en el centro tenemos un 33% de profesoras, pero los porcentajes son muy diferentes entre las áreas. Por ejemplo, en Matemática Aplicada, a la que yo pertenezco, tenemos nueve mujeres y nueve hombres, por lo que existe una paridad exacta. Pero en el área de Geometría y Topología solo quedará una compañera para el próximo curso. 

Aunque depende de las áreas, podemos observar la tendencia de que hay más mujeres que años atrás. En este momento hay una mayor presencia femenina en órganos de gobierno, como en los decanatos o en las direcciones de departamentos, pero no conseguimos tener una mujer rectora. También deberíamos avanzar hacia una mayor presencia de mujeres catedráticas.

¿Cuál piensa que puede ser la razón que frene a las niñas a elegir dedicar su futura carrera profesional al mundo de las matemáticas?

Como en estos momentos contamos con un 44% de alumnas, creo que se incrementó el prestigio de las mujeres en esta titulación. También pienso que las mujeres sufrimos el "síndrome del impostor", por lo que muchas veces sentimos que no somos lo suficientemente buenas para determinados trabajos. Por eso, las niñas se pueden sentir más intimidadas pra dedicarse a las matemáticas.

Es muy importante que luchemos contra todo esto y que compartamos los números reales para combatir los estereotipos, especialmente entre las nuevas generaciones, que le otorgan una gran importancia a la socialización. Tenemos que transmitir valentía a las niñas, decirles que si se quieren dedicar a una carrea STEM, pueden hacerlo y, sobre todo, enseñarles referentes para que puedan identificarse.

Existen referentes de mujeres matemáticas que pasaron a la historia, como Hipatia, Sophie Germain o Ada Lovelace. ¿Están suficientemente reconocidas o piensa que en su campo los hombres eclipsan a estos referentes femeninos?

Creo que las mujeres matemáticas están más invisibilizadas. Deberíamos aprovechar efemérides, como la de la llegada a Luna, para hacer visible la figura de las mujeres que lo hicieron posible, como la matemática Margaret Hamilton. Tenemos que sentir orgullo por esas referentes y echar mano de herramientas, como el cine con la película Figuras ocultas, para empoderarnos y también empoderar a las generaciones futuras.

Asimismo, debemos hacer ver que los errores no nos impiden tener éxito, aunque gracias a ellos lo alcancemos. Estoy segura de que el objetivo inicial de todas las mujeres que dejaron huella en la historia de las matemáticas no era tener éxito, si no hacer bien su trabajo. Dando ejemplos de estas referentes podemos transmitir normalidad en el mundo de las matemáticas, haciendo ver a las niñas que tienen que ser valientes y que no pasa nada por ser imperfectas. 

Por último, según datos de Women in Science, de la Unesco, las mujeres realizaron menos del 30% de la investigación en ciencias y en matemáticas ocurre algo similar. ¿Cómo cree que podemos avanzar hacia la igualdad real en este campo? ¿Cuánto camino nos queda por recorrer?

Para esto, los referentes son importantes. necesitamos personas e iniciativas que animen a las niñas. En Galicia tenemos en el ejemplo del Proyecto ESTALMAT para Estímulo del Talento Matemático. Resulta curioso que cuando les preguntamos a los participantes cómo tomaron la decisión de presentarse, los niños indican que fue porque se lo recomendó un profesor, pero parece que las niñas necesitan varias opiniones para convencerse de que son buenas en las matemáticas. De la forma que contestan, nos transmite esa sensación de necesitar una segunda opinión, por lo que es fundamental que demos una mayor visibilidad a las niñas y que apoyemos sus preguntas y su curiosidad. 

Por otra parte, hacen falta más recursos en la investigación para todas y para todos, porque ahora el futuro profesional en este campo es menos claro que en las empresas o la docencia. Por eso puede ser que las mujeres sean más pragmáticas y decidan dedicarse a opciones más favorables y con un futuro más definido. En mi caso, cuando yo entré las mujeres éramos mayoría en mi departamento, pero reconozco que mi entorno más próximo era muy positivo. Ahora tenemos muchos referentes pero necesitamos recursos. No podemos bajar la guardia, porque empoderando a las niñas podemos alcanzar resultados fantásticos.


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