"Tengo la esperanza de que en un futuro cercano hablemos de personas, independientemente de que sean mujeres u hombres"

"Tengo la esperanza de que en un futuro cercano hablemos de personas, independientemente de que sean mujeres u hombres"

Imprimir Email
(0 votos)

 

Hoy hablamos con África González Fernández, catedrática de Inmunología de la Universidade de Vigo y actualmente directora del Centro de Investigaciones Biomédicas y presidenta de la Sociedad Española de Inmunología.

África también es parte del listado de Referentes Galegas, con el que Executivas de Galicia da visibilidad al talento de nuestra comunidad. En esta entrevista nos cuenta cómo fue su experiencia en el mundo científico y qué opina sobre la situación de las mujeres en la medicina y en la investigación. 

Se incorporó hace más de veinte años a la Universidade de Vigo para iniciar una nueva área en Inmunología. ¿Cuáles fueron las dificultades? ¿Cree que alguna de ellas se acentuó por el hecho de ser mujer?

Las principales dificultades fueron tener que crear una nueva área de Inmunología sin dotación económica, así como comenzar un grupo de investigación de cero. El principal problema fue no tener dinero, así que solicité un proyecto europeo que me permitió comenzar a dotar el laboratorio, poder iniciar la línea de investigación y supervisar a estudiantes. 

Yo he tenido dos hijos y, durante el tiempo de la maternidad, disminuye la dedicación a la investigación en todos los aspectos: obtención de proyectos, artículos, supervisión de estudiantes, inicio de nuevas líneas de investigación... He tenido mucho apoyo en casa en este aspecto, por lo tanto he intentado que afectase lo menos posible a mi vida investigadora.

El hecho de ser funcionario hizo que no sintiese ninguna diferencia con respecto a los hombres desde el punto de vista del trabajo diario en la universidad. En este aspecto no encontré ninguna dificultad por el hecho de ser mujer. 

También es una de las co-promotoras de Nanoinmunotech, empresa pionera en el sector de la nanobiotecnología. ¿Cómo se ve el emprendimiento desde la perspectiva de una mujer exitosa en el mundo de la investigación?

La creación de una empresa de base tecnológica en España es muy compleja, ya que requiere de un gran nivel de financiación estable. Pero estamos orgullosos los cinco promotores, ya que este año cumplimos 10 años. 

En rondas de búsqueda de capital sí que me he encontrado problemas. No consideraban que una empresa surgida de la universidad, de una catedrática, pudiese tener mucho éxito. Pero no he tenido ningún problema con el resto de promotores por el hecho de ser mujer. 

También fui nominada al Premio Woman Innovator 2017 de la Unión Europea y, aunque finalmente no conseguí el premio, fue una bonita experiencia compartida con otras nueve candidatas de toda Europa. 

¿Cómo definiría la situación actual de las mujeres dentro del sector de la medicina y la investigación científica? ¿Cuánto nos queda para alcanzar una igualdad real?

Hay muchas mujeres en el ámbito de la salud. Algunas de ellas están realizando el doctorado, y también encontramos investigadoras postdoctorales, pero son muchas menos las que acceden a puestos estables y hay muchas menos directoras de investigación o rectoras. Y esto no ocurre solo en España.

Me niego a creer que tengamos un techo, pero de alguna manera está siendo muy difícil cambiar esta situación de menores cargos de responsabilidad por parte de las mujeres.

Según los datos del Instituto de Estadística de la UNESCO, solo el 28% de los puestos de investigación a nivel mundial son ocupados por mujeres. ¿Qué cree que es lo que frena al sector femenino para dedicarse a este mundo? 

Queda mucho para un 50% en los puestos altos de las escalas. Hay distinto factores que pueden afectar en esto: mujeres menos competitivas, miedo al fracaso, más exposición a las críticas o el hecho de anteponer la situación familiar y personal. También influye la sensación de no valer lo suficiente, pero de ningún modo por menor valía de las mujeres. Casi todo mi grupo de investigación son mujeres con una gran capacidad de trabajo, visión crítica e inteligencia, que si quieren, tienen todo el mundo por delante. Pero algunas deciden no continuar en la investigación por la incertidumbre laboral o porque no les compensa el esfuerzo. 

La investigación es muy vocacional, requiere mucha dedicación de horas, esfuerzo mental y viajes, así como tener un alto grado de control de que las cosas no siempre salen como uno quiere. Hay que aceptar las frustraciones por no tener resultados, el estrés continuo en búsqueda de financiación, los contratos que depende de una financiación no estable... Hay un problema muy importante en nuestro país con la investigación y es que además de la baja inversión, nunca saber cuándo va a venir la financiación. A veces lo difícil no es conseguir el dinero, sino gastarlo. Cada vez las trabas burocráticas y de gestión son más altas, y muchos investigadores e investigadoras desisten con este sistema. 

Por último, y con perspectivas de cambiar la situación en el futuro, ¿cuáles son los valores que debemos inculcar a las niñas y adolescentes para que quieran dedicarse a la investigación científica?

Lo mejor es educar en el esfuerzo, saber que todo cuesta si queremos conseguir algo. Así haremos adultos más fuertes, con metas definidas, capacidad de superación y con ganas de conocer más nuestro entorno. La investigación científica se puede hacer en cualquier ámbito, pero tiene que ser veraz, honesta y de calidad.

Hay que potenciar la creatividad y la responsabilidad, que van a ser las bases de una buena persona científica. También hacer que sean curiosas, honestas y que quieran cambiar el mundo. Pero sin duda, lo mejor que podemos hacer es establecer unas políticas de ciencia que se mantengan en el tiempo, con una clara carrera científica para las personas que se dedican a la investigación, con la creación de puestos estables, una financiación adecuada y el apoyo de toda la sociedad. 

El ejemplo que las niñas ven en casa, en la televisión y en la escuela es muy importante. Debemos educar en igualdad y en la independencia mental y económica. Necesitamos también más ciencia en los medios de comunicación, más referentes científicos femeninos en los libros de texto y más mujeres en los puestos directivos. 

Por último, me preocupa que estemos ahora retrocediendo en muchos aspectos que ya se han conseguido. Tengo la esperanza de que en un futuro próximo hablemos de personas, independientemente de que sean mujeres u hombres. Será entonces cuando habremos logrado la verdadera igualdad.

 


Xunta de Galicia
Turismo de Galicia